El argumento más errado relacionado con el pene es el que se refiere a su tamaño y a la satisfacción sexual que puede proporcionar. Escritos eróticos, el cine y más recientemente la internet, se han encargado de diseminar la idea de que el placer sexual está ligado al tamaño del pene; imágenes pornográficas de hombres con penes grandes han influenciado e impactado en generaciones de hombres sobre la importancia de poseer un pene grande, y sociedades como la nuestra, con un fuerte componente machista, alaban la presencia del pene, dándole tanta importancia que logran imprimir un sentimiento de orgullo ante lo masculino.


Tanta admiración por el pene del hombre logra que se difunda la falsa información de que un pene poderoso hará feliz a una mujer, y las propias mujeres se lo creen, dejando de lado que lo cierto es que el dueño del pene es lo que dará placer a una mujer, y que es la suma de afecto, emoción, ternura lo que llenará a una mujer, y NO la presencia de un pene descomunal.


Es tan fuerte la idea, que una pequeña parte de las mujeres necesitan de la presencia de un pene grande para “psicológicamente” sentirse bien, pero es una idea construida que no aplica para ellas, porque los genitales de una mujer están diseñados para recibir sensaciones placenteras solo en la entrada de la vagina, sobre el clítoris y los labios menores, por lo tanto no necesitan de un pene grande para obtener placer.


Según la opinión de muchos sexólogos, más que el largo, el grosor del pene es la clave del éxito en las relaciones sexuales, porque las regiones más sensibles de la vagina se encuentran en los dos primeros centímetros de la misma, por lo que un pene exageradamente grande puede ser el culpable de una penetración dolorosa y molesta.

¿Cuál es el tamaño promedio?

Todo hombre ha sentido la tentación alguna vez en su vida de medirse el pene, y es normal, porque representa una forma más de descubrir y conocer su cuerpo, y compararlo con el de los demás. Si nos medimos los pies o controlamos nuestro peso y estatura, es lógico estar pendientes de los cambios que se producen en el órgano sexual.


La mayoría de la población masculina goza de unas medidas normales tipo estándar. Se calcula que solo el 1% de los hombres son superdotados. Según datos científicos, la mayoría de los penes miden entre 13 y 15.5 centímetros en estado erecto.


Un clásico de la medición genital fue Alfred Kinsey, considerado el padre de la sexología moderna, que dentro de todos sus aportes, elaboró un estudio sobre el tamaño del pene en su famoso informe de 1948. Para ello contó con 2,770 hombres, y el promedio de su investigación arrojó los siguientes resultados: 9.7 centímetros en estado de flacidez y 15.5 en erección.