Yo quiero pero él no
junio 08, 2016
En la cultura machista donde se entiende que la masculinidad se construye en la capacidad de respuesta sexual y se tiene la imagen de que el hombre es un ¨pene erecto que camina¨, es decir, es impensable que un representante del género masculino no tenga deseo o iniciativa sexual.
La realidad es que la demanda terapéutica de hombres que están experimentando una disminución de su libido es más frecuente en la consulta sexual y con esto el descontento de muchas mujeres que cuestionan el amor de su pareja o si son aun deseables para sus parejas. Pero a qué se debe esta situación.
Dentro de la respuesta sexual humana la fase del deseo es la que inicia el encuentro sexual, donde este anhelo de tocar y ser tocado, es normal que toda persona en un momento de su vida experimente una disminución en su deseo sexual, esto debido a varias razones; cansancio, estrés, estado de ánimo bajo, entre otros. Pero cuando esta inhibición del deseo es recurrente y persistente entonces estamos hablando de un trastorno del deseo.
El hombre no está excepto de vivir esta situación, la falta de deseo sexual es un problema que puede deteriorar la relación de pareja e incluso causar ansiedad en el que lo sufre. Muchas mujeres asumen que cuando su marido no quiere tener relaciones sexuales es que ha dejado de amarlas o que tienen una relación con otra mujer o peor aún, se sienten culpables por no ser el objeto de deseo de su pareja.
El bajo deseo sexual puede tener varias razones, entre las causas orgánicas cabe destacar:
- Alteraciones neuroendocrinas (hipotiroidismo, enfermedades que afectan a la hipófisis, etc).
- Alteraciones hormonales (disminución de andrógenos, aumento de prolactina o algunos cambios hormonales propios de la menopausia).
- Enfermedades metabólicas, como la diabetes.
- Efectos iatrogénicos (fármacos): Existen diferentes fármacos que influyen directamente en la respuesta sexual humana. Por ejemplo, algunos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
- Consumo de sustancias psicoactivas (drogas).
Entre las causas psicológicas del bajo deseo sexual, aunque a veces, un bajo deseo sexual puede estar originado por causas orgánicas, las causas psicológicas o de historia sexual previa suelen estar más relacionadas con la pérdida o disminución del deseo. Pero independientemente de las causas que originan el bajo deseo sexual, los factores psicosocioculturales influyen en el mantenimiento y potenciación del problema de deseo:
- Estrés.
- Problemas de pareja (problemas de comunicación, de resolución de conflictos, de acuerdos en el grado de intimidad, etc.)
- Disfunciones sexuales previas. Cuando las relaciones sexuales durante un tiempo no son satisfactorias, puede desembocar en un bajo deseo sexual. Al igual que si durante las relaciones sexuales no existe un buen nivel de excitación o haya dolor, pueda desembocar también en un problema de deseo.
Es importante recordar que el trastorno del deseo sexual inhibido se trabaja en terapia sexual con un sexólogo y tiene muy buen pronóstico de intervención. Si esto te está ocurriendo es momento de buscar ayuda!
Heidy Camilo H.Terapeuta sexual y de pareja
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