¿Cómo hablar de la muerte con los niños?

junio 13, 2016






Hablar de la muerte es una tarea difícil para muchos, sobre todo si se trata de un ser querido que ha partido y nos toca ser la persona que le informe a los niños. En ocasiones, por nuestros propios temores de no saber qué decir o cómo decirlo, no saber cómo reaccionar frente a las emociones del niño, temor a no poder “ser fuertes” y llorar frente a ellos, nos encontramos en una encrucijada sobre qué hacer en ese momento.

Es aquí cuando muchas veces creamos historias, cuentos, mentiras y surgen los secretos familiares que tantas consecuencias emocionalmente negativas tienen. La intención tras estos secretos es “proteger” al niño, cuidarlo de que no sufra, que viva como si nada estuviera pasando. Otras veces nos acomodamos evadiendo nuestros propios sentimientos frente a la pérdida.

Los niños perciben las conductas de sus mayores, reconocen los cambios en el ambiente familiar, por lo tanto, cuando hay tristeza, aun no lloremos frente a ellos, estos se dan cuenta de cómo la dinámica familiar varía en momentos de crisis. De esta manera, si no se dialoga sobre lo que acontece pueden comenzar a experimentar ansiedad, duda, confusión, tristeza, y estos sentimientos pueden transformarse en conductas preocupantes como intranquilidad, alteración en el sueño y el apetito, demanda de atención.

Cuando le decimos cosas como: “se fue de viaje”, “se fue porque era bueno”, “morir es como dormir”. Cuestionará la validez de ser bueno, temerá dormir por las noches para no morir también, puede crearse en él resentimiento y desconfianza cuando se dé cuenta que su ser querido nunca regresó de dicho viaje.

La reputada especialista en duelo Rosa Mariana Brea señala que los adultos suelen inhibir la expresión sana de los sentimientos de los niños enviándoles mensajes como: “tienes que ser fuerte delante de tu madre”, “eres el hombre de la casa”, “a papi no le gustaría verte llorar”. Estos mensajes nos indican que la pena se debe negar, reprimir; que no está permitido llorar y el dolor no es normal. El resultado es un niño agresivo, excesivamente irritable, un candidato a ser diagnosticado como un niño con déficit de atención, de acuerdo con la especialista.

Los niños necesitan ser informados con la verdad, necesitan entender la muerte como un proceso natural de la vida, así como las hojas y los animales mueren. Necesitan que los adultos les enseñen a ver el sufrimiento como algo inevitable, que se les permita llorar, vivir el dolor, enfrentar el sufrimiento. En el proceso de duelo necesitamos ser vulnerables, hablar de la tristeza, recibir apoyo y contención de los seres queridos para lograr la aceptación de la nueva realidad y que de esta manera podamos recordar a ese ser querido con amor y tranquilidad.

Lic. Lorraine Isa
Especialista en intervenciones en psicoterapia.



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