Las Caricias que más calientan a los hombres!

febrero 22, 2017





Un recorrido por las zonas erógenas del cuerpo masculino. Para que se entreguen al placer y lo disfruten plenamente. 

¿Quieres sorprender a tu chico con unas caricias que nunca olvidará? ¡Me encanta la idea! Además de la genitalia, existen tantas otras áreas que brindan mucho placer y saber acariciarlas es todo un arte. La mayoría de la gente alcanza su pico de excitación sexual a través de las caricias; ¡son imprescindibles para lograr un orgasmo delicioso! ¿Pero qué partes del cuerpo hay que acariciar? Las zonas erógenas, es decir, aquellas partes del cuerpo que presentan mayor sensibilidad y cuyo estímulo activa sexualmente a la persona que recibe la estimualción. Si bien las distintas zonas pueden resultar más o menos erógenas para diferentes personas, hay algunas áreas que, ya sea por su alto contenido nervioso o porque nos hemos condicionado a asociarlas con placer, provocan abundante excitación. De arriba hacia abajo, veamos cuáles son las zonas más erógenas del cuerpo del hombre:

Cabello y cuero cabelludo. Acariciar el cabello y masajear el cuero cabelludo puede ser una fuente de gran placer. Va a ayudar a que tu pareja se relaje y libere tensiones, especialmente al principio de la relación sexual. La relajación es esencial para que se pueda generar buena tensión en el cuerpo y para que el ciclo de respuesta sexual funcione adecuadamente. ¡Hazle a tu chico un masajito craneano y verás cómo empiezan a calentar motores! Mordisquearles las orejas o susurrarles a los oídos los encenderán de deseo. 

Ojos, boca y lengua. Unos besitos suaves sobre los ojos cerrados funcionan muy bien para estimular los nervios parasimpáticos de los párpados produciendo una relajación que hace más sensible la relación. A su vez, la sensibilidad de los labios aumenta con la excitación y se vuelven muy sensibles al roce y al contacto con otros labios. Ten presente que los besos no son sólo para comenzar la relación, sino que ayudan mucho durante los juegos previos. Mientras tanto, la lengua es una excelente receptora de sensaciones sexuales y es el órgano que mejor estimulación provee a cualquier parte del cuerpo.

Oídos y orejas. El lóbulo de la oreja, la parte de atrás de las orejas y el pabellón auricular aumentan en sensibilidad a medida que va creciendo la excitación. Puedes lamer, soplar o mordisquear, pero siempre con mucho cuidado porque es una zona que requiere de gran delicadeza. También puedes probar qué sucede si le susurras palabritas hot al oído. ¡Seguro que le encantará!
Nuca, cuello y hombros. Puedes estimular esas tres partes del cuerpo manual u oralmente, besando y/o lamiendo. Ten cuidado con los besos muy apasionados porque puedes dejarle pequeños moretoncitos ya que son áreas repletas de vasos sanguíneos.

Pezones. Aunque algunos hombres sean mezquinos con el tema porque las caricias en los pezones les producen cosquilleo, es una parte del cuerpo en la que hay una infinidad de terminaciones nerviosas que se excitan fácilmente al tacto, con una lamida o simplemente al soplarla.
Dedos. A muchos hombres les encanta la estimulación oral de los dedos. Además, la imagen visual que recreas al meterte sus deditos en tu boca les resulta poderosamente erótica. Lo mismo sucede con los dedos de los pies.

Perineo y ano. La zona que se extiende entre los genitales y el ano es el perineo, un área de gran sensibilidad y erotismo, y se puede estimular oral o manualmente. La estimulación anal también puede ser súper placentera para ellos, pero son muchos los que no se animan a probarla porque la asocian con prácticas homosexuales. Se trata de uno de los tabúes más grandes del sexo y que nos les permite disfrutar de unas caricias que podrían potenciar muchísimo sus orgasmos.
Cara interna de los muslos. Dada la cercanía a los genitales, las caricias en esa zona pueden ser sumamente eróticas. Ni te cuento si la recorres con una plumita!!!
Genitalia. El pene, los testículos y el Punto P o punto prostático integran la genitalia masculina. Puedes estimular el pene y los testículos manual u oralmente, mientras que el Punto P se estimula con un dedito. Si bien es clave para que el hombre logre un orgasmo explosivo, la mayoría de ellos se niegan a semejante placer porque hay que atravesar el ano, aunque también se puede estimular externamente cuando se acaricia el perineo. Es cierto que el recorrido por el cuerpo de tu chico encuentra su punto más excitante cuando llegas a esta zona, pero no tiene porqué ser el destino final. Puedes reiniciar tu viaje una y otra vez, alternando las paradas.
Si quieres ganarte unos puntitos extra, regálale a tu chico unos masajitos eróticos por las zonas erógenas Refuerzan la confianza y la intimidad emocional en la pareja, prolongan el orgasmo y rompen con la monotonía. A diferencia del masaje terapéutico, aquí ambos deben estar desnudos y puedes acariciarlo también con tu pelo y tus senos o con una tela sedosa para generar diferentes sensaciones. Puedes comenzar con un masaje exploratorio e ir aumentando su intensidad. Recuerda dejar la genitalia para el final!!!


Por: Alessandra Rampolla




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