Aunque no nos guste hay amores que tienen fecha de caducidad y cuando nos encontramos en esta etapa donde no sabemos realmente si queremos seguir junto a esa persona, es donde debemos cuestionarnos si realmente vale la pena luchar por mejorar o rescatar lo que ya se perdió ó abrir las manos para soltar aquello que dejó de ser un nosotros para convertirse en un Yo.
Cuando somos un nosotros nos sentimos plenos y satisfechos de tener alguien a nuestro lado que realmente quiere compartir y vivir cada día cosas nuevas, pero cuando uno de los dos ya no quiere ser parte de ese nosotros debemos asumir y prepararnos para soltar y dejarlo ir. Dejar ir no es signo de derrota sino un signo de madurez y de que estamos listos para cerrar etapas y seguir adelante. Tenemos que aprender a dejar ir aquello que nos impide avanzar y cuando aprendemos a soltar y dejar ir sin miedo aquello que no nos pertenece podremos avanzar con libertar.

Es tiempo de dejar ir!