Siempre decimos que nada mata más la pasión que la monotonía y la rutina. Siempre hacemos lo mismo, de la misma manera, con la misma postura, en el mismo lugar y a la misma hora! Y ese deseo irresistible que sentíamos al principio, se transforma en un aburrido trámite. Ahora es cuando nos empieza a doler la cabeza; cuando tocamos a nuestra pareja...